Polonia había sufrido
históricamente diversos repartos
a manos de sus poderosos vecinos. El Congreso
de Viena (1815)
sancionó uno más y el país
quedó dividido entre Rusia,
Austria y Prusia, siendo su
población sometida a distintos regímenes
y administraciones. |
El nacionalismo
polaco liderado por Józef
Pilsudski, refugiado en la zona de Galitzia
bajo dominio austriaco, constituyó un elemento
más en la rivalidad que enfrentaba a
Austria-Hungría y Rusia.
La política de germanización desarrollada
en la zona bajo dominio prusiano enrareció
aún más el ambiente. |
Józef Pilsudski |
Al estallar la Gran Guerra
los polacos, encuadrados en los ejércitos de
las potencias ocupantes, lucharon entre sí. En
1917, tras la revolución bolchevique y la retirada
de Rusia, ésta aceptó la autodeterminación
de Polonia que se encontraba en esos momentos en casi
su totalidad invadida por Alemania.
Cuando ésta firmó el armisticio
hubo de abandonar el territorio polaco creándose
en 1919 la República de Polonia,
soberana e independiente tras más de un siglo
de dominación extranjera. El estallido de la
II Guerra Mundial condujo a una nueva
invasión del país por los alemanes que
la mantuvieron en sus manos durante casi todo el conflicto.
En el preámbulo
de la Gran Guerra Polonia constituía
pues un elemento de fricción más
entre las grandes potencias, muy especialmente entre
Rusia y Austria-Hungría.
Alianzas
militares